El matrimonio es para toda la vida... Eterna!
He conocido historias sobre divorcios y separaciones de personas que creían ser el uno para el otro. Parejas que comenzaron una relación con ilusión o a veces por otros motivos, pero que esperaban estar juntos por siempre. Luego de un tiempo todo parece esfumarse y no dar abasto con tanto intento por salvar el matrimonio. También un día escuché que hay parejas que terminan perdidos en la monotonía y creen que el amor se acabó. Hace tiempo que me he preguntado qué es mejor: mantener un matrimonio infeliz u optar por la separación. Luego comprendí que ninguna de esas dos opciones es la mejor o la correcta. Lo mejor es casarse amando de verdad, siendo capaz de entregar la vida misma por esa persona y por ese amor. El amor nace por obra de Dios en dos corazones para hacerlos uno solo, los mantiene unidos a prueba de toda tempestad, y los impregna de eterniadad para alcanzar juntos la vida a su lado. El tiempo podrá pasar, la moda podrá cambiar, pero el amor, la fidelidad, la comunicación y todos los demás valores seguirán existiendo. La Palabra del Señor reinará siempre nuestras vidas, eso debemos recordarlo. Por tal razón, creo que no hay factor más fuerte que ese amor divino, nada puede producir una ruptura si Cristo habita el alma de las personas que señaló para que se unieran y permanecieran así por toda la eternidad.
Nora Núñez
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